tiempo-recuerdos

El tiempo, un maldito que me quitaba todo lo que quería minando poco a poco mi esperanza, cuidando de nunca matarme por completo para así seguir torturándome. Destruyo a aquellos seres queridos, que me habían prometido estar siempre para brindarme su compañía. Tan solo para sumergirme en una gran soledad.

Mucho cambio y muchos se fueron, pero ella siguió ahí, ella de gestos únicos, manos pequeñas, voz inspirante y soñadora. Capaz de producir bellos sonidos y amargos en ocasiones. Maldad y Bondad, dicha y amargura, todo en ella y todo al mismo tiempo. Emociones que me hacían vivir al limite.

Los primeros días fue solo una imagen distante, distorsionada e indefinida por una memoria olvidadiza, así sentiría brotar la chispa del amor una y otra vez pues cada vez que la veía, sentía como si fuera la primera.
Pero en poco tiempo guardaría cuidadosamente en el corazón y el alma, las costumbres de ella, sus vicios, sus facciones y sus emociones. Todo en un cumulo perfecto guardado en su corazón, para representarla, no con un recuerdo sino con un sentimiento que me hiciera recordarla y jamas olvidarla, porque lo que queda en el corazón perdura eternamente y nunca cae en el olvido.

Al principio me fue suficiente mirarla, mirar sus ojos y sentir que la vida iniciaba y terminaba en ellos, perderme en la inmensa luz que irradiaban y dejarme llevar por las emociones que producían.
Es que sus ojos eran como las estrellas, que tienen una bella luz pero se sabe que hay algo mas allá.

En algún momento inmemorable, miss sentimientos llegaron a la máxima expresión, el punto donde todos los errores y vicios se disipan. Y lo supe porque a pesar de conocer sus defectos, aquellos que quizá para otros existían e importaban, yo no los distinguía...

Después de esto ya no fue suficiente admirarla, tenia que tocar, se convirtió en una necesidad que debía aliviar. Tenia que sentir esa piel extraña y ajena, que siempre había observado desde lejos, en un punto donde para ella yo no existia.

Por esa época trate de conocerla, de llegar a ella, de descubrir que había mas allá de esos ojos con luz de estrella. Sin embargo los intentos fueron vanos; llevados acabo con el del fracaso.
Tal vez por temor a enfrentarme a su indiferencia o quizá ni siquiera lo había intentado realmente.

Me encontraba en medio de intentos, cuando el tiempo causo el caos... se la llevo, la aparto de mi con la promesa de que volvería algún ida.